a tecnología y la conexión a internet forman parte del día a día de los más pequeños. Desde edades muy tempranas, los menores aprenden a utilizar todo tipo de dispositivos electrónicos y navegan por la red con una facilidad que, a veces, es incluso superior a la de los adultos. De hecho, según el estudio ‘El uso de la tecnología por los menores en España’ elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 98% de los menores de entre 10 y 15 años se conecta a internet de forma habitual. El informe también apunta que el 70% de los menores de edad tiene un móvil con conexión a internet y el 53% ha realizado actividades educativas escolares online en los últimos tres meses.
Este alto índice de penetración pone de manifiesto la importancia de que los padres y supervisores controlen qué tipo de navegación realizan y qué contenido consultan los más jóvenes de la casa. En este sentido, es imprescindible compartir con los pequeños consejos y recomendaciones para hacer un buen uso, además de darles a conocer los peligros y los riesgos que se pueden encontrar en la red. Así pues, para garantizar la seguridad de las visitas a internet de los niños, según un estudio elaborado por la empresa de seguridad informática Kaspersky, el 48% de los padres utilizan aplicaciones de control parental y el 45% comprueba regularmente el historial de internet. Además, el 51% asegura que los niños utilizan los dispositivos digitales bajo supervisión.
Si bien es cierto que el 90% de los padres asegura haber hablado de normas de comportamiento online con sus hijos, existen algunas herramientas que pueden ayudar a las familias a proteger a los pequeños de los riesgos propios del mundo digital. Desde ANOVO, compañía líder en servicios de postventa tecnológica, comparten 5 consejos para ampliar la seguridad de los más jóvenes en el mundo online:
- Monitorización del tiempo de uso. La instalación de una aplicación de control parental es útil para controlar el tiempo en el que el niño está expuesto a internet. De esta forma, se evita la sobreexposición garantizando una rutina digital diaria saludable.
- Monitorización de las páginas consultadas. Aunque es posible realizar esta tarea de forma manual consultando el historial de visitas, es recomendable recurrir a aplicaciones de control parental que identifican, de forma ágil y rápida, cuáles son las páginas no recomendadas que está visitando el menor. Además, la revisión de este contenido puede ayudar a descifrar cuáles son las preferencias de cada pequeño a la hora de navegar por internet.
- Limitación de acciones. El control parental permite limitar las compras online, bloquear el contenido de descargas peligrosas o evitar el acceso a páginas inapropiadas, entre otras funcionalidades. Esta limitación de acciones aporta tranquilidad a los supervisores y garantiza una navegación segura de los más pequeños.
- Evitar la sobreexposición en redes sociales. Es muy importante concienciar a los menores de que internet es un escaparate al que tiene acceso todo el mundo. Por ello, no solo debemos supervisar qué información consultan, si no también, qué tipo de información comparten los niños a través de las redes sociales (fotos, datos personales…).
- Enseñar a contrastar la información. Desde ANOVO también consideran indispensable dar a conocer el término ‘infoxicación digital’, que se entiende como la sobrecarga de información disponible en internet, que provoca la dificultad de centrarse en algo en particular. Además, para evitar que los jóvenes internautas den por válida toda la información que se puede encontrar en la red, es recomendable invitarles a contrastar las fuentes que consultan y, especialmente, enseñarles a consultar fuentes de información fiables. Esta cuestión resulta una competencia digital necesaria para aprovechar al máximo los beneficios de obtener información verídica a través de internet.