Mientras las nuevas tecnologías cuentan cada vez con más protagonismo en la vida diaria, los usuarios también reclaman una mayor formación por parte de empresas y administraciones públicas sobre inteligencia artificial (IA), blockchain y el Internet de las cosas (IoT). Algunos no llegan a comprender los verdaderos beneficios de estas tecnologías emergentes. Por ejemplo, muchos usuarios creen que la IA es un robot como los que muestran muchas películas de cine, en lugar de verla como una inteligencia supercomputacional capaz de ofrecer servicios que supongan mejores experiencias y más inmersivas en todas las industrias.
Según un nuevo estudio llevado a cabo en España por VMware, casi la mitad (45%) de los encuestados considera que la tecnología ocupa un papel primordial en su vida cotidiana y reconoce los beneficios que puede aportar en multitud de ámbitos. Por ejemplo, el 41%, es consciente de que supone una mejor experiencia de usuario con empresas tales como bancos, minoristas y médicos, mientras que casi tres cuartos (74%) creen en el poder de las tecnologías emergentes para monitorizar a los familiares mayores que viven solos en sus casas. Los usuarios también creen en el potencial de la tecnología para mejorar cuestiones medioambientales como el cambio climático (44%).
Sin embargo, con estos avances tecnológicos surgen retos tales como la seguridad y la confianza. Respecto a los nuevos servicios y al uso de los datos personales como soporte para ellos, más del 61% de los encuestados admiten que no saben realmente quién accede a sus datos personales. Por otro lado, dos tercios (66%) de los encuestados tiene la paranoia de que las empresas rastrean y registran lo que hacen a través de dispositivos como smartphones, tablets y ordenadores portátiles, lo que significa que a las empresas aún les queda mucho por hacer para incrementar la confianza de los usuarios sobre la forma en la que recaban y conservan sus datos personales.
Falta de formación y malentendidos
Es posible que la falta de formación sea la causa esta preocupación: más de la mitad de los entrevistados (62%) admite un conocimiento deficiente de nuevas tecnologías tales como la IA, el Internet de las cosas o el blockchain. Por ejemplo, el 60% cree que la inteligencia artificial ’es un robot’. Sobre cómo abordar esta situación, la mayoría piensa que es responsabilidad de las autoridades públicas (57%) y las empresas (61%) ayudarles a saber más sobre estas tecnologías emergentes, y una forma de hacerlo es mediante una mejor información y mayor transparencia.
“Según nos aproximamos a la nueva frontera digital, las organizaciones tienen nuevas oportunidades para dirigir sus negocios de una manera más innovadora generando un impacto positivo en la vida diaria de las personas. Por otro lado, está el reto de la formación a estas personas, para que se incremente la confianza en la innovación y la adopción de nuevas tecnologías. Las organizaciones deben aprovechar el momento para abrazar las tecnologías emergentes y poder ofrecer así nuevos servicios diferenciados que garanticen una mejor experiencia de usuario. Con los conocimientos digitales adecuados, estamos hablando tanto de realidad presente como de posicionamiento en el futuro”, afirma María José Talavera, directora general de VMware para España y Portugal.