Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en abril de 2012 el número de efectos comerciales impagados ha sido de 331.121, por un importe de 646 millones de euros. Este dato representa un aumento interanual con respecto a abril de 2011 del 8,9% y son el 4,1% del total de los efectos vencidos los que han resultado impagados.
El importe medio de los efectos impagados es de 1.952 euros, lo que indica que afecta de manera muy especial a las más pequeñas empresas.
Según indica la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), “esta situación de profunda morosidad entre empresas, ya mantenida y en crecimiento desde hace algunos años, proviene de la falta absoluta de liquidez”. La mayoría de las pólizas de crédito y líneas de descuento de letras que tenían las empresas han caducado sin renovación, o bien han sido anuladas unilateralmente por las entidades financieras, particularmente en el antiguo sector de las Cajas de Ahorro.
Sebastián Reyna, secretario general de UPTA, valora que “desgraciadamente esta situación va a continuar, son cada vez más los autónomos que no pueden afrontar sus compromisos con proveedores o que no cobran de sus clientes por la bajada de ventas y la falta de financiación”. La reciente aprobación de la línea financiera por parte de la Unión Europea, “podrá beneficiar a una parte del sistema financiero, pero su traslación a la economía real, si la vemos alguna vez, será dentro de mucho tiempo”.
