El IPC de agosto se ha quedado, como ya anunció el INE a finales del pasado mes, en el 1,5%. Según la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) “no deja de ser una buena noticia, ya que llevamos tres meses consecutivos de descenso”. Esta evolución nos aleja de la tendencia alcista de inflación que sufrimos desde finales de 2012, y nos sitúa muy cerca del mínimo anual del 1,4% alcanzado en abril. Esto supone una rebaja de tres décimas en su tasa anual, ya que en julio el IPC se quedó en un 1,8%.
UPTA espera que esta tendencia a la baja se consolide“y con ello mejore algo la capacidad adquisitiva perdida durante estos años”, subraya el secretario general de la Organización, Sebastián Reyna.
Sin embargo, UPTA teme que el “efecto escalón” en el precio de las gasolinas, responsable de la caída del IPC, “no sea suficiente para afianzar el descenso de los precios, debido a la inestabilidad reciente en Siria, y que está influyendo drásticamente en el precio del crudo”.
Por otra parte, el efecto de la subida de la factura de la luz se verá en los próximos meses con sus consecuencias sobre la inflación anual final.
El índice del IPC en el 1,5% responde ya de forma más adecuada a la realidad del crecimiento y del nivel de consumo interno, aunque todavía sigue siendo alto en una situación de atonía, como la actual. “Sólo estaremos ante un buen dato de inflación cuando no tenga carácter coyuntural, resultado de la disminución de algunos productos y servicios, sino que responda de forma estructural a la realidad económica del país”, concluye Sebastián Reyna.