El salto definitivo a la nube: el gran reto para 2020

En términos más prácticos, la computación en la nube ofrece plataformas, almacenamiento de datos, sistemas operativos y aplicaciones de sistemas a través de Internet sin necesidad de infraestructura interna

Publicado el 20 Feb 2020

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La tecnología cloud lleva años apalancando la infraestructura y los sistemas de gestión de las empresas y se ha ido asentando de forma natural entre los usuarios a medida que su aceptación y demanda continúa creciendo.

En términos más prácticos, la computación en la nube ofrece plataformas, almacenamiento de datos, sistemas operativos y aplicaciones de sistemas a través de Internet sin necesidad de infraestructura interna. Este nuevo modelo de prestación de servicios no solo influye en los propios procesos internos de las compañías, sino que también transforma los modelos de negocio de las mismas, desde qué y cómo ofrecer al mercado, hasta cómo relacionarse con proveedores y clientes.

El crecimiento de los sistemas de gestión en la nube nace de la necesidad de las empresas de adaptarse a un mundo hiperconectado en el que la mayoría de empleados utiliza tres o más dispositivos para realizar su trabajo diario, lo que provoca que la eficiencia en la movilidad sea un pilar para el futuro de las empresas; y la nube garantiza la libertad operacional precisa para lograrla.

Sin embargo, los miedos y el desconocimiento acerca de la seguridad de los datos en los sistemas en la nube, ha sido uno de los principales frenos para la adopción generalizada de estos sistemas en las empresas.

En este sentido, las empresas se enfrentan a un doble desafío que aúna su preocupación por impulsar la productividad de los empleados, mientras protegen la información de la compañía. Por ello, los esfuerzos por reforzar los sistemas de seguridad y privacidad de la información han sido clave para el salto definitivo de las empresas a la nube.

El futuro está en la nube

Si nos preguntamos qué usos dan las empresas a la nube, encontramos que el 83% la utilizan para almacenamiento, el 51% para backup y el 48% para uso de software.

El futuro se dirige hacia el uso de software en la nube y las características que convierten este sistema en el más idóneo para las empresas, derivan de su adaptabilidad, flexibilidad y seguridad.

Cloud Computing evoluciona tan rápidamente que en un futuro cercano el concepto “cloud” se conocerá simplemente como “computing”. El futuro real de la nube será el fácil acceso y consumo de cualquier dato y servicio, y las tecnologías más innovadoras, como la Inteligencia Artificial e Internet de las cosas (IoT), ayudarán a explotar todo su potencial.

Beneficios de la nube

Además de los beneficios operativos y económicos que la nube supone para las empresas, la migración al cloud aporta grandes ventajas que contribuyen al crecimiento de la empresa y la optimización de los procesos.

En primer lugar, con la migración a la nube se reducen los costes de entrada, ya que los costes fijos de adquisición y puesta en marcha son menores.

La accesibilidad es otro de los puntos fuertes de los sistemas en la nube. Para acceder a todos los recursos solo es necesaria una conexión a internet, lo que aumenta la capacidad de actuación de los empleados y la optimización de los recursos.

En cuanto a la utilización de recursos, la nube permite llevar a cabo diferentes procesos al mismo tiempo, así como ejecutar diferentes aplicaciones, maximizando la eficiencia del parque tecnológico de la empresa a través de la optimización de los recursos internos.

Asimismo, las soluciones en la nube son fácilmente escalables, tanto por rapidez como por dimensionamiento. Esto significa que son capaces de acompañar a las empresas en su crecimiento, siguiendo el ritmo que marque el propio negocio, gracias a que los recursos disponibles en la nube se pueden adaptar en función de la demanda de forma automática.

Por otro lado, los numerosos avances hacia la estandarización y certificación han permitido que los sistemas puedan desarrollarse en otros sectores y servicios, posibilitando a un mayor número de empresas acceder a la tecnología en la nube sin cambiar de forma radical sus procesos.

Los esfuerzos por maximizar la privacidad de la información han supuesto también un antes y un después en la migración a la nube. Los nuevos reglamentos de privacidad y la homogeneización de servicios cloud en territorio europeo hacen más sencillo cumplir con la política interna y la regulación necesaria, sobre todo en materia de RGPD, así como maximizar la seguridad de los usuarios y garantizar la protección de los datos corporativos frente a las amenazas.

La nube inteligente

La nube ha abierto, además, las puertas a un uso cada vez mayor de las aplicaciones de Big Data, lo que ha permitido aprovechar el potencial de la información de la empresa. Esto ha supuesto importantes ventajas en la relación cliente-empresa, posibilitando interactuar de forma más segmentada y personalizar experiencias.

La Inteligencia Artificial, IoT y Machine Learning hacen posible ampliar los conocimientos acerca del usuario y su comportamiento; utilizar esta información es de gran utilidad para la toma de decisiones. La Inteligencia Artificial permite maximizar las interacciones del usuario a través de herramientas de productividad y servicios cognitivos. IoT contribuye a mejorar el rendimiento y la seguridad, reduciendo costes y prediciendo errores gracias al mantenimiento predictivo. Por su parte, Machine Learning ayuda a simplificar el análisis de datos, diseñar modelos más rápidos y gestionar el aprendizaje de los dispositivos, permitiendo tomar mejores decisiones en cualquier momento.

El reto de las empresas para 2020

Los avances entorno a la tecnología en la nube han provocado que la migración vaya mucho más allá de la accesibilidad y la flexibilidad. La migración a la nube ha dejado de ser una posibilidad para convertirse en una necesidad en términos de competitividad. La tecnología ya no es un medio para optimizar los recursos y procesos de la empresa, sino que es una herramienta para mejorar la inteligencia de la compañía y la toma de decisiones.

Por ello, el principal reto de las empresas para este 2020 no es solo apostar por las ventajas de la nube y adaptarse a una gestión más eficiente de sus procesos, sino conocer y analizar las posibilidades que la tecnología ofrece a su empresa, aprovechando el conocimiento que pueden obtener de los clientes y utilizándolo para mejorar sus resultados.

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Redacción TICPymes

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