El sector del vino sigue sin catar las TI

Las bodegas siguen asociando la inversión en tecnología a tener una mejor cosechadora, pero no a mejorar la gestión de los datos, según una encuesta encargada por Tipsa

Publicado el 24 May 2016

Vino español

Tipsa, partner de Microsoft Dynamics con un vertical para el sector vitivinícola, VinoTEC, ha encargado una encuesta para conocer la dotación tecnológica de las bodegas españolas y cuáles son sus principales carencias en esta materia. El estudio, al que ha tenido acceso CHANNEL PARTNER, ha contado con las respuestas de 69 responsables y directivos de bodegas de todo el territorio nacional, un 17% de las más de 400 que existen en la actualidad y que facturan en todos los casos más de 2,5 millones de euros.

Pues bien, el estudio, presentado en la jornada WineTech Forum, celebrada en las oficinas de Microsoft, identifica que, por regla general, este sector invierte poco en informática de gestión y comunicaciones. Y es que casi el 70% de los encuestados asegura que invierte en este apartado menos del 5% de su facturación, mientras que un 12% llega incluso llega a decir que no invierte ni un euro.

De todas maneras, no se trata que dé la espalda a la tecnología. Y es que las bodegas españolas cuentan en la mayoría de los casos (72%) con un vertical específico para gestionarse y tienen muy resuelta la gestión financiera, aunque sea recurriendo a Excel en algunos casos. Además, más de la mitad asegura que tiene soluciones de colaboración implantadas y un 61% dispone de ofimática en la nube.

Más datos de la encuesta. La mayoría de los bodegueros (55%) dice que el precio es el principal inhibidor a la hora de invertir en TI, mientras que para un 44% la informática no es estratégica y un tercio afirma desconocer la oferta en el mercado. Mientras tanto, el miedo al cambio atenaza a una de cada cuatro compañías.

Andrés Sáenz, director de marketing de Tipsa (en la foto), firma que ha llevado su vertical a más de 200 bodegas, entre las que se encuentran Marqués de Cáceres, Marqués de Riscal o Matarromera, cree que los gerentes del sector del vino siguen asociando la tecnología a la cosechadora o las máquinas para depositar la uva y el vino, pero no al software. Además, asegura que, hasta cierto punto, las bodegas tienen sistemas que les permiten llevar la gestión financiera, pero pocas pueden ir más allá para sacarle partido al big data o escuchar lo que dicen las redes sociales de sus productos. “Siguen pensando en la gestión clásica”, apunta Sáenz.

El informe encargado por Tipsa, que sondeó la opinión del sector en diciembre y enero de este año, asegura que a los productores de vino españoles les queda “mucho camino por recorrer en ámbitos de movilidad, colaboración, análisis de rendimiento del negocio y seguridad de la información”. Es lo que evidencian datos como que sólo un 16% tiene incorporado el uso de tablets a su gestión, que 6 de cada 10 no tiene una estrategia de e-commerce o que sólo un 16% se decanta por herramientas de business intelligence. “Mucha recogida de datos que hacen los enólogos a pie de viña se sigue haciendo de forma manual”, recuerda Andrés Sáenz.

Según estimaciones del Observatorio Internacional del Vino, el consumo por habitante de esta bebida se ha reducido más de un 40% en la última década, situándose en 20 litros por año. Con una demanda a la baja, los promotores del estudio consideran más necesario si cabe que estas compañías aborden su “transformación digital”. Y también que busquen nuevos nichos de negocio, como el del enoturismo. Sin embargo, tampoco esta vía está siendo explotada por los bodegueros, toda vez que sólo un 17% declara tener un plan de acción definido para atraer turistas, y sólo un 5% recibe este tipo de visitas.

Lidiar con impuestos es el mayor dolor de cabeza

Para los bodegueros españoles, las tareas más complicadas a la hora de gestionar son, por este orden: el pago de impuestos, declaraciones y la presentación de libros; la trazabilidad y la seguridad alimentaria; la vendimia; y la gestión de la calidad y el etiquetado. En concreto, hasta un 66% de los consultados en la encuesta encargada por Tipsa asegura que lidiar con impuestos y declaraciones es una labor muy complicada. Mientras tanto, la gestión de los trabajos en bodega o la logística son las actividades que menos dolor de cabeza dan a los gestores del vino español.

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Juan Cabrera

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