Eduardo Esparza, Country Manager para España, ha sido el encargado de dar conocer las principales conclusiones, y ha moderado la mesa redonda y posterior debate en el que han participado Jorge Mirat, Fundador y CEO de A por vino; Francisco Ropero, Director Comercial de Vino Premier; Sergio Fernández, e-Commerce Manager de Bodegas Osborne; y Jorge Vallet, fundador de Champagne Decibel
Durante la mesa redonda se han debatido aspectos que describen a la perfección la evolución del sector vinícola. Por ejemplo el perfil del comprador online de vino: informado, exigente y que valora la confianza y la experiencia de compra por encima del precio. Está mejor informado, gracias a la información inmediata que puede encontrar en la red y su experiencia offline adquirida. Busca la calidad más que la cantidad. Son compradores más gourmets y su consumo es más frecuente y con un ticket medio de compra más elevado.
Así lo confirma, Jorge Mirat, fundador y CEO de A por Vino: “Más del 80% de la población busca información sobre el vino en la red. La clave ahora está en trabajar para que tras esa búsqueda se conviertan en clientes reales”.
Los eCommerce de vino han sido los protagonistas de la sesión, las nuevas estrategias permiten a las marcas en un nuevo entorno de compra más favorable y con multitud de oportunidades. Estos espacios ofrecen al consumidor una experiencia diferente y única, con servicios de orientación y recomendación, un trato personalizado, un proceso de compra online agradable y seguro y una entrega de producto cuidada.
La evolución de la industria
Según lo debatido, la industria está cambiando, el sector tradicional del vino como tal ya no existe. El sector vinícola ha experimentado una evolución en todos los sentidos. Para Eduardo Esparza, Country Manager de Webloyalty España, “Hoy en día salir a tomar unos vinos se ha convertido en un acto social y cultural. El conocimiento del sector y de los caldos se ha convertido en toda una cultura muy arraiga en la población más joven y urbanita.”
La innovación va más allá de la modernización y la implantación de la tecnología en los procesos de producción o las instalaciones de las bodegas. La transformación tecnológica va de la mano de la creatividad y el diseño, y esto se traduce en un packaging y etiquetado diferente, nuevos sabores y colores, o en nuevos consumidores, muy lejos de la norma tradicional del sector de hace unos años.
Inversión e innovación en el sector vitivinícola
Según un informe del Observatorio Español del Mercado del Vino, se estima que actualmente hay en España más de 4.000 bodegas, en su mayoría de pequeño tamaño, de carácter familiar y con capital mayoritariamente español, aunque también hay un gran número que están constituidas como cooperativas. Se estima que desde el año 2000 se ha realizado una inversión cercana a los 800 millones de euros destinada a distintas áreas del sector.
Si bien es cierto que la producción de vino mantiene gran parte de los rituales tradicionales, cada vez más se aprovechan las nuevas tecnologías para innovar. En este sentido, la aparición de webs y apps móviles específicas –como Vino Premier o Wineissocialpermiten realizar el seguimiento de los viñedos, controlar el estado de las plantas, sus necesidades de agua o poder anticiparse al ataque de plagas, ayudando así a mejorar la calidad de la uva o a optimizar los procesos de producción sin perder su carácter tradicional.
También se ha dado una importante inversión en la mejora de instalaciones y equipamiento de las bodegas, que en muchos casos han dejado de ser meros centros de elaboración de vino para convertirse en museos y espacios para los amantes del enoturismo donde llevar a cabo todo tipo de iniciativas culturales.
Situación del sector
España, pese a ser el que más ha disminuido su extensión desde el inicio de la crisis económica (un 13% según datos de la OIV -International Organization of Vine and Wine-), se mantiene líder en la extensión de viñedos a nivel mundial con una representación del 30% de la superficie total de viñedos de la UE y un 13,4% del total mundial, lo que le sitúa por delante de potencias como Francia e Italia.
No obstante, Francia encabeza el área de producción, un apartado en el que España, tras siete años con ligeros descensos, aumentó de forma significativa en la campaña 2013/2014 (un 53,7%, según datos del Fondo Español de Garantía Agraria). También optimistas las cifras correspondientes al periodo 2014/2015, con una producción de 43,4 millones de hectolitros, dos millones superior de lo previsto por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Las exportaciones también permiten hablar de recuperación, aunque sigue siendo asignatura pendiente para España: a día de hoy, el país con mayor volumen de exportación de vino del mundo (21,7 millones de hectolitros), pero tercero en términos económicos. Respecto al consumo, se observa un ligero descenso a nivel mundial.