La educación financiera es la capacidad que se adquiere para comprender cómo funciona el dinero y la gestión económica, y que facilita la toma de decisiones financieras efectivas. La situación de inestabilidad económica a nivel mundial en la que estamos inmersos muestra la necesidad de que, ahora más que nunca, los consumidores cuenten con las nociones suficientes para gestionar correctamente sus finanzas. Unos conocimientos que, según recoge el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, la mayoría de los españoles afirma tener, pero que nos sitúa a la cola de Europa.
Tal y como muestra el informe de la firma de servicios de gestión de créditos y activos inmobiliarios, el 76% de los encuestados asegura haber recibido una buena o excelente educación financiera. En concreto, el 26% indica sentirse seguro manejando asuntos financieros complejos, y el 50% reconoce que es capaz de manejar sus finanzas del día a día, aunque todavía necesita asesoramiento en temas más complicados.
A pesar de estas cifras, el porcentaje de españoles satisfechos con la formación financiera recibida está cinco puntos por debajo de la media de europeos, con un 82%. De hecho, de los 24 países analizados, España se situaría en el 5º puesto por la cola, solo por encima de Italia (72%), Polonia (72%), Lituania (71%) y Hungría (70%). Por el contrario, en países como Suiza (91%), Países Bajos (91%), Noruega (89%) o Austria (89%), prácticamente la totalidad de su población cuenta con una buena educación financiera.
Esta posición respecto al resto de países europeos demuestra la importancia de continuar promoviendo la educación financiera desde edades tempranas, debiendo convertirse en un pilar fundamental tanto en los centros educativos como en casa. Conscientes de esta necesidad, y con motivo de la celebración del Día de la Educación Financiera (3 de octubre), Intrum ha lanzado la segunda edición de su ‘Guía de Educación Financiera. Economía para jóvenes’.
A través de un documento interactivo, la compañía ayuda a estudiantes de entre 14 y 16 años a descubrir, con ejemplos de su día a día, cómo debería ser la gestión responsable del dinero, la importancia del ahorro y las consecuencias derivadas de malas conductas económicas, como las apuestas online o la inversión en criptomonedas, cuya incidencia ha crecido en los últimos tiempos en estos rangos de edad. Esta iniciativa responde a un proyecto global que la empresa lleva trabajando varios años, y que tiene como objetivo dotar a los más jóvenes de las herramientas y conocimientos necesarios para tomar decisiones responsables.
Para ello, además de la creación de las dos ediciones de la Guía de Educación Financiera, también ha realizado varios talleres de educación financiera a estudiantes de 3º y 4º de la ESO. Acciones como las de Intrum estarían en línea con los esfuerzos de instituciones como el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que ha lanzado este año el Plan de Educación Financiera 2022-2025, cuya misión es mejorar las competencias financieras del alumnado, para que en un futuro sepan manejar sus finanzas.
Pese a la desventaja con Europa, España mejora en educación financiera Los españoles están considerablemente más satisfechos con su nivel de educación financiera ahora que hace doce meses, cuando el 65% afirmaba poseer unos buenos o excelentes conocimientos en esta materia, once puntos por debajo del dato actual (76%). Estas cifras están, posiblemente, influidas por las múltiples fuentes de información con las que cuentan en la actualidad para planificar efectivamente sus finanzas y resolver cualquier duda.
Tal y como muestra el Informe de Intrum, a la hora de plantearse en qué fuente informativa confían más, la respuesta mayoritaria es su entidad bancaria de referencia (39%), seguido de un asesor financiero (27%) e internet (22%). Por el contrario, únicamente el 3% referencia a la escuela como fuente en la que confiar para adquirir nociones en este sentido, lo que demuestra, de nuevo, que todavía queda mucho camino por recorrer en este sentido, especialmente entre los adolescentes, que cuentan con fácil acceso a internet y se están formando como consumidores independientes.