La identificación a través de sistemas biométricos ha pasado de aparecer solo en películas de ciencia ficción a ser un hábito normal, como el desbloqueo de los dispositivos móviles a través del escáner de iris o el reconocimiento facial o para confirmar la identidad a la hora de abrir una cuenta bancaria, entre otros escenarios cotidianos. No obstante, con la irrupción del coronavirus, la necesidad de contar con herramientas digitales que facilitasen la identificación en remoto y evitasen el contacto interpersonal se han vuelto más importantes que nunca.
De acuerdo con Statista, se espera que el valor del mercado de la biometría alcance en 2027 los 55.420 millones de dólares. Además, desde la misma organización vaticinan que el gasto mundial en el mercado de la verificación de identidad crecerá exponencialmente en diez años, pasando de los 4.930 millones de 2017 a más de 18.000 millones en 2027.
Con estas previsiones no es de extrañar que muchas organizaciones se estén planteando apostar por soluciones cuya base sea la biometría aplicada a la identificación digital. De hecho, recientemente la Policía Nacional ha anunciado que además de la huella, cuando un ciudadano renueve su DNI incorporarán la información basada en su información facial. De este modo, el sistema obtendrá la información biométrica de la fotografía del documento para identificar a la persona de forma automática por sus rasgos faciales.
A nivel corporativo, empresas como aseguradoras o financieras también están comenzando a implementar estas soluciones de identificación. Pero, ¿qué tendencias tendrán que tener en cuenta a la hora de aplicarlas? Entelgy, The BusinessTechConsultancy, consultora de transformación digital, las explica:
La voz tomará más protagonismo
La aplicación cada vez más frecuente del reconocimiento facial es solo una muestra del rápido desarrollo de esta tecnología. Ya se puede ver su uso a nivel gubernamental como en las aduanas de aeropuertos o estaciones donde el reconocimiento facial se utiliza para la gestión del embarque de pasajeros o la facturación de equipajes. Además, se está comprobando cómo las fuerzas de seguridad también se plantean utilizar esta tecnología para la identificación de personas. Así, esta tecnología estará más presente en espacios concurridos en los que la identificación de personas sea clave.
En cuanto a la biometría a través de la voz, el principal uso que está creciendo es la aplicación de esta tecnología en vehículos. El objetivo es que, a través de la voz, el usuario pueda controlar totalmente el vehículo, desbloqueando todas las funcionalidades, lo que permitiría la eliminación de botones, interruptores y, por tanto, se evitarían posibles distracciones al volante. Además, poco a poco se está incrementando la presencia de nuestra herramienta vocal en otros ámbitos como el bancario. Ya existen entidades que utilizan la voz del usuario para hacer transferencias, autorizar operaciones y acceder sin contraseñas a la banca móvil u online.
Auge de los Deepfakes
Uno de los riesgos asociados con la biometría es el robo de estos datos, que más tarde pueden ser utilizados para acciones maliciosas a través de las Deepfakes, la recreación de imágenes de video de personas anónimas o conocidas a partir de estos datos biométricos o contenido multimedia antiguo. De este modo, se pueden difundir discursos o declaraciones con apariencia real pero con un mensaje total o parcialmente adulterado, con los riesgos que ello conlleva. Por eso, resulta imprescindible que los datos biométricos estén bien protegidos o que se vinculen a otros sistemas de autenticación y así hacer más difícil su robo.
Nuevas medidas/tecnologías de protección
La seguridad es un factor esencial para garantizar un uso correcto de la biometría y veremos un auge en las barreras de protección de esta información personal como la utilización de sistemas de autenticación combinados. Una de las tendencias consiste en combinar la información biométrica junto con un sistema de token presente en un dispositivo de uso personal. La otra tendencia es la autenticación biométrica multimodal, es decir, utilizar varias tecnologías biométricas a la vez. Además, ya existen en el mercado soluciones que combinan el Machine Learning con la biometría permitiendo la autenticación no sólo personal sino de documentación, facilitando la realización de gestiones administrativas.
“La biometría ha llegado para quedarse y con la irrupción del coronavirus esa expansión se ha visto acelerada por la necesidad creciente de realizar trámites a distancia, evitando desplazamientos y el contacto directo de las personas.”, afirma Miguel Ángel Barrio, Director de Entelgy Digital. “Las empresas y administraciones tienen una buena oportunidad de avanzar en este ámbito, optando por soluciones sencillas y de rápida implementación que les facilitan muchos trámites y suponen un gran ahorro de tiempo.”