La llegada del 5G y el desarrollo del Internet de las Cosas tendrán un gran impacto en las necesidades de interconexión de las empresas en los próximos años, siendo 2019 clave para este desarrollo. DE-CIX, apunta a la descentralización en los puntos de intercambio y a la redistribución de los centros de datos como una de las tendencias estratégicas que permitirán obtener mayor velocidad y ahorrar costes en la industria 4.0.
“2019 será el año en que veremos el despegue definitivo del 5G, lo que se traducirá en infinitas posibilidades de crecimiento para los ‘hubs’ digitales, que tendrán que evolucionar para dar respuesta a grandes demandas de capacidad”, afirma Theresa Bobis, Regional Director South Europe de DE-CIX.“Las nuevas tecnologías por llegar transformarán el mapa de Internet al situar ubicaciones emergentes como Madrid en la primera línea de la interconexión”.
- Los proveedores de redes y de contenidos liderarán el crecimiento: los proveedores de contenidos han pasado de adquirir ancho de banda a construir sus propias redes, en gran medida debido al monumental incremento de sus necesidades de tráfico. Sin embargo, los operadores tradicionales y las redes de Internet seguirán siendo claves para acelerar la capacidad global de Internet en 2019, año de la verdadera eclosión del 5G. Gracias a estos actores, en 2018 se han alcanzado los 393 Tbps de capacidad global de los cuales, dos tercios han sido desplegados en los últimos cuatro años. Esta tendencia apunta a que el año próximo veremos otra subida exponencial y un nuevo hito en este terreno.
- Más conexiones submarinas entre continentes: Hasta 300.000 kilómetros de cable submarino es la estimación del despliegue total de las conexiones submarinas de Internet para 2021, impulsadas principalmente por los proveedores de contenido. Solo en 2019, Google espera completar la instalación de cinco cables: Curie, Havfrue, HK-G, Indigo y PLCN. De esta forma, las nuevas redes que se están creando incrementarán el tráfico hacia los hubs estratégicos más relevantes a nivel global como Nueva York, Frankfurt o Hong Kong, pero también darán lugar a una mayor diversificación de las rutas y la necesidad de crear nuevos nodos de interconexión.
- Cada vez más cerca del usuario final: las mayores demandas de ancho de banda y velocidad que exige la nueva economía digital basada en soluciones cloud y 5G favorecerá que las empresas opten por puntos de intercambio de Internet y centros de datos más próximos a los usuarios para mejorar el rendimiento y la latencia. Como resultado, los proveedores de contenido están apostando por desarrollar ancho de banda cerca de grandes núcleos urbanos – como Tokio o Sao Paulo – o por localizaciones estratégicas de peering a nivel regional, como por ejemplo Madrid o Marsella, lo que redundará en el nacimiento de nuevos ‘hubs’ digitales.
- Ciberseguridad más conectada: En un mundo hiperconectado, la seguridad cada vez será menos dependiente del dispositivo y más de la red. La estabilidad conectividad y de los puntos de interconexión cobrará un papel todavía más importante en 2018 al tiempo que aumentan los servicios y contenidos que dependen de la nube en lugar del almacenamiento físico en los dispositivos. Protegerse ante los ataques DDoS, cuya frecuencia no ha dejado de crecer en los últimos años, y una mayor inversión en ciberseguridad y procesos de blackholing será indispensable para las compañías.
- Planificación coordinada desde la Administración: Estas tendencias crean la oportunidad para varias ciudades de convertirse en ubicaciones clave para el ecosistema de internet, con una importante inyección económica directa e indirecta. En 2019 veremos cómo varias capitales realizarán planificaciones deliberadas para adaptarse a este escenario, ya que es necesario que las Administraciones lideren un esfuerzo concertado a través de un plan estratégico en el que se involucre a los principales agentes económicos.
Nuestro país se encuentra entre aquellos que pueden aprovechar esta oportunidad. Según un informe de Delfos Research, Madrid tiene una posición envidiable en el sur de Europa para convertirse de facto en un hub internacional de comunicaciones.
El estudio sostiene que una inversión acumulada para los próximos 5 años de 500 millones de euros en Madrid tendría un impacto en la economía local de 6.088 millones de euros, a los que se sumaría una inversión en equipamiento informático por valor de 6.000 millones de euros. Un total de 1.830 puestos de trabajo a tiempo completo se crearían en este escenario.
Desde que DE-CIX se estableció en Madrid en 2016, la ciudad se ha convertido en el punto de intercambio de Internet que más crece de todo el mundo, con más de 130 redes conectadas.