Cada año, la Agencia Tributaria (AEAT) se fija un objetivo en la lucha contra el fraude un 12% por debajo de los resultados de un año antes, una laxitud que ha permitido al fisco presumir de un aumento espectacular de sus resultados de un 27% de media sobre los objetivos de prevención y control entre 2008 a 2012, según señalan los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
Los resultados ‘publicitados’ fueron siempre muy superiores a la previsión inicial, incluso en años de grandes dificultades económicas como 2009, cuando el fisco dijo destapar un 18% más de fraude pese a que el PIB se había desplomado un 3,8%. La media de la mejora del 27%, de la Agencia Tributaria; en realidad supuso una mejora media del 12,5% anual si se compara con los logros del año anterior. Así, hubo años, como en 2011, en los que la AEAT se impuso un objetivo de recaudación un 14,4% inferior a lo obtenido en 2010.
Los esfuerzos de la Agencia por maquillar los resultados también se consiguieron modificando aleatoriamente cada año los criterios de imputación de los ingresos, tal y como advierte el Tribunal de Cuentas en su último informe de fiscalización de la AEAT en materia de lucha contra el fraude. El resultado de emplear criterios tan heterogéneos supuso una ‘alteración muy significativa’ en los resultados de la AEAT.
Además, los Técnicos de Hacienda consideran que esta arbitrariedad, que la propia Agencia reconoce implícitamente al no presentar alegaciones al informe del Tribunal, dificulta la puesta en marcha de un plan realista en la lucha contra la economía sumergida que acerque nuestro país a los ratios de fraude existentes en los países europeos mejor posicionados, entre los que se encuentran Francia y Alemania.
