Casi sin darnos cuenta, la biometría está presente en muchos elementos de nuestra vida cotidiana. Poco a poco, esta tecnología de identificación fue ganando terreno al ser una gran herramienta a la hora de autenticar la identidad de los usuarios por estar basada en el reconocimiento de una característica física e intransferible de las personas. PaynoPain, empresa tecnológica española especializada en el desarrollo de herramientas de pagos online, analiza su incorporación en los métodos de pago.
La aplicación de la Directiva Europea de Servicios de Pago (PSD2) ha sido un disparador claro para el uso de esta tecnología. La PSD2 fue creada para garantizar la seguridad del consumidor en los pagos electrónicos y minimizar la posibilidad de fraude. Para ello, la norma exige que los sistemas de pago verifiquen la identidad del usuario mediante, al menos, dos de los siguientes factores; algo que posee (como, por ejemplo, su propio teléfono móvil), algo que conoce (como un pin) y/o algo inherente al usuario (como, por ejemplo, su huella digital).
Con el paso del tiempo, la combinación de este último factor con uno de los otros dos ha demostrado garantizar mayor seguridad y rapidez, por lo que se ha impulsado la incorporación de la biometría en los métodos de pago, dando paso a los pagos biométricos. Los pagos biométricos se centran entonces en el uso de la autenticación biométrica para la identificación del usuario, que puede efectuarse por múltiples mecanismos como la huella dactilar, el reconocimiento facial, el escáner de retina o el reconocimiento de voz.
Esta evolución ha sido también ampliamente fomentada tras el inicio de la pandemia, ya que los pagos sin contacto, o “contactless”, han tenido una gran acogida desde que empezó la crisis sanitaria en todo el mundo. Un informe de este año realizado por American Express indica que, en España, los pagos contactless y con tarjeta representan el 80,4% del gasto realizado en establecimientos físicos.
Ante este contexto, y para sumar un extra importante de seguridad a los pagos sin contacto realizados mediante tarjetas físicas, se ha creado recientemente una tarjeta que incorpora un sensor biométrico capaz de reconocer la huella del usuario y así autorizar las compras, sin necesidad de utilizar, por ejemplo, un pin. Como mencionamos al principio, esto es algo a lo que los usuarios están muy acostumbrados, ya que en muchos casos se utiliza la huella dactilar para desbloquear dispositivos electrónicos como los smartphones.
Sin prisa, pero sin pausa, estos sistemas han brindado múltiples ventajas a los usuarios, como mayor seguridad, rapidez en la operación o la multicanalidad, por lo que ya se encuentran en experimentación otras aplicaciones relacionadas con los métodos de pago. Por ejemplo, una plataforma en la que podamos pagar on-line mediante la identificación biométrica, sin necesidad de usar una tarjeta de crédito ni efectivo, reduciendo así posibles fraudes. Sin embargo, su incorporación puede presentar algunos obstáculos como la necesidad de incorporar nuevo hardware en el comercio físico o electrónico y la consecuente adaptación de las aplicaciones.
“Esta tecnología ha demostrado un índice de error inferior a los sistemas de lectura convencionales y tiempos de validación muy rápidos porque no necesitaremos un soporte adicional, lo llevaremos integrado, lo que produce una alta calidad de experiencia de usuario. Su uso en los métodos de pago contiene proyectos muy ambiciosos como sistemas de lectura de las venas de la mano o el pago por reconocimiento de las venas oculares. Es, sin duda, un sistema a tener en cuenta para el futuro no muy lejano”, sostiene Jordi Nebot, CEO y Cofundador de PaynoPain.
Mientras esperamos que estos sistemas sigan evolucionando y puedan ser más accesibles, PaynoPain ofrece su pasarela de pagos Paylands como opción para cumplir de forma sencilla con la PSD2, haciendo de la múltiple identificación un proceso rápido y de máxima confianza para el cliente. Además, ofrece soporte PCI, tokenización de tarjetas y un sistema antifraude inteligente, capaz de identificar las operaciones ilícitas en base a normas de actuación y a la experiencia anterior. Su fácil integración con los sistemas de eCommerce apuesta por hacer de la experiencia de compra un proceso intuitivo para garantizar el éxito del proceso de pago.