ALMA CG ha presentado las principales conclusiones de la 8ª Edición de su Barómetro internacional de financiación de la Innovación 2012 que contempla el análisis de 4.320 empresas innovadoras: micropymes (25%), pymes (52%), gran empresa (19%) y grandes grupos (4%), de 10 países: Alemania, Bélgica, España, Francia, Hungría, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa y Canadá. Para el 24% de las empresas españolas la prioridad es la innovación, seguido de la reducción de los costes globales (18%) y el desarrollo internacional (13%).
España y Portugal se encuentran en el ojo del huracán, al disminuir la financiación en mayor medida que en otros países (34% en España y Portugal, frente al 22% de media en el resto de países), con un pronóstico alarmante para 2012, en el que se prevé una disminución de la financiación que afectaría a alrededor del 45% de las empresas de la Península Ibérica.
Otra de las conclusiones a destacar es que en 2012, la I+D ha sido financiada principalmente con los propios fondos de las empresas (hasta el 53% de la inversión), correspondiendo el 47% restante a financiación externa, de la cual la financiación pública supuso un 55% (ayudas directas e indirectas) y la privada un 45%. La repercusión directa de esta financiación de la innovación entre las empresas encuestadas es que el 60% han aumentado al menos un 50% su volumen de negocio y el número de innovaciones comercializadas. El máximo exponente de ello lo encontramos en Francia, Polonia, Hungría y Canadá (70% de los encuestados), a diferencia de España y República Checa (30%).
Por otro lado, un 24% de la totalidad de empresas encuestadas han mostrado su preocupación ante su posible eliminación, un 21% si se reducen los gastos elegibles, un 17% ante la reducción/límite del importe de la ayuda para la empresa, y un 11% por las restricciones de los beneficios para pymes. El Comité de Expertos del Barómetro ha alertado que estas preocupaciones pueden terminar a medio plazo en una disminución de la inversión, o el traslado a países más atractivos, ya que la innovación hoy en día es global. Las deducciones fiscales a la I+D son sin duda alguna una herramienta de atracción territorial.
En resumen, el informe aboga por un cambio de modelo productivo que necesita España que conlleva la participación de empresas intensivas en tecnología y en I+D+i desarrollada en España, y políticas de fiscalidad de la I+D+i que favorezcan la atracción de estas empresas. Además, España está en el quinto lugar como opción para establecer un Centro de Investigación, teniendo en cuenta el coste de investigadores y el riesgo asociado. Finalmente, existen temas pendientes por tratar como: mayor estabilidad fiscal, la armonización europea, la reforma de la financiación de las pymes, el ahorro canalizado hacia la innovación, el desarrollo de los Business Angels y el patrocinio, etc.