La nueva Ley de Emprendedores apoya la puesta en marcha de empresas pequeñas y medianas

La nueva Ley de Emprendedores ofrece ventajas fiscales para ayudar a la creación de empresas de menos de 100 empleados.

Publicado el 25 Sep 2014

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La primera ventaja que ofrece esta nueva ley es que se instaura el abono anticipado de las deducciones relacionadas con el I+D+I a partir del 1 de Enero de este año 2014, además de poder reclamar las deducciones de años anteriores que no se han podido aplicar en su momento. Eso sí, estas deducciones se aplicarán con un 20% de descuento.

Otra de las ventajas fiscales que tiene es la llamada deducción por inversión de beneficios. Podrás deducirte el 10% del Impuesto de Sociedades siempre y cuando estos beneficios se usen para reinvertirlos en la creación de una empresa pequeña, una Startup. Esta reutilización de los bienes tendrá que hacerse a través de inversiones inmobiliarias que ayuden a favorecer la actividad económica.

Otro factor importante es el tema de las patentes, puesto que hasta ahora, ser el titular de una patente resultaba muy caro, según los abogados de Garrigues, la nueva Ley de Emprendedores afecta a las deducciones de la Patentbox. Las empresas se benefician de esta deducción por conocimientos técnicos con aplicación industrial (es decir, patentes) en actividades innovadoras. Todas las rentas procedentes de la explotación de patentes o de planos, procedimientos de prueba, procedimientos secretos, experiencias industriales, o cualquier cosa relativa a una patente o similar se integrarán con un 40% en la base imponible del Impuesto de Sociedades.

La última ventaja que nosotros apreciamos en esta Ley de Emprendedores, es que esta ley generaincentivos en el IRPF (Impuesto de la Renta de Personas Físicas siempre y cuando se haga para crear nuevas empresas. En este caso se deduciría un 20% de la cantidad dedicada a adquirir participaciones o acciones en las entidades de nueva creación. Eso sí, esta parte tiene un límite anual de 50.000 euros, y no vale solo con aportar el dinero para la empresa creada, sino que también se exige aportar los conocimientos empresariales que se tenga, es decir, exige implicación. El máximo de 50.000 euros anuales que hemos mencionado antes también se refiere a la compra o adquisición de participaciones o acciones.

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Laura del Rio

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