Aunque en los últimos años la tecnología cada vez ha estado más presente en el día a día de los profesionales legales, la pandemia supuso un punto de inflexión para el cambio en el panorama jurídico. Esta excepcional situación obligó a los despachos de abogados a reevaluar sus prioridades, tendencia que se ha mantenido en la postpandemia. El informe ‘El abogado del futuro’, elaborado por Wolters Kluwer, pone de manifiesto la creciente importancia de la tecnología para la gestión integral de los despachos, que han detectado la necesidad de invertir en nuevas herramientas y soluciones tecnológicas para ofrecer mejores servicios y adaptarse a las necesidades de los clientes. De hecho, según el estudio, el 79% de los abogados considera la tecnología jurídica una tendencia clave en su profesión.
A pesar de que muchos despachos han visto cómo aumentaba su presión financiera y su estructura de costes como resultado de factores externos como el incremento de los tipos de interés, del IPC y los costes laborales, consideran la tecnología como una inversión fundamental para poder prosperar en el futuro. Así, el 63% de los despachos afirma que incrementará sus inversiones en software el próximo año.
Hablamos de la transformación de los despachos, pero ¿qué hay que hacer para abordarla? Tal y como apunta más del 75% de las firmas jurídicas, las tecnologías en las que probablemente invertirán más durante los próximos tres años son la firma electrónica como cabeza de lista, seguida de las herramientas de automatización, las tecnologías de colaboración para la redacción y revisión de documentos y contratos, las herramientas para la gestión de flujos de trabajo y los servicios basados en la nube, aspecto en el que me gustaría detenerme.
Las aplicaciones en la nube ofrecen a los profesionales jurídicos muchas ventajas para su práctica en el día a día, como acceso a portales directos para almacenar y compartir documentos, monitorizar el estado y el avance de las tareas e intercambiar mensajes con su despacho o clientes, entre otras. Además de las ventajas que ofrece el software de gestión de despachos, que simplifica el problema de reflejar las horas trabajadas, ayuda a mejorar los registros y permite convertir el tiempo en dinero con un proceso de facturación eficaz; la tecnología en la nube representa una gran ventaja competitiva para los despachos, ya que ofrece un acceso sencillo a cualquier información, facilita la colaboración en tiempo real y proporciona una plataforma centralizada con la información más actual y herramientas para optimizar los flujos de trabajo. Y lo más importante: todo ello en un entorno seguro y fiable para gestionar la información.
Digitalización de la comunicación y desarrollo de marca
Desde el punto de vista de los departamentos jurídicos corporativos y su relación con los despachos, la falta de eficiencia y productividad es la principal razón por la que cambiarían de firma. Además, el 20% ha manifestado que cambiaría de despacho ‘proveedor’ si este no demostrara que es tecnológico y que traslada a sus clientes mejoras de productividad en precio, por ejemplo, a través de self-services. Otro elemento que valoran muy positivamente es que el despacho cuente con una estrategia CRM para comunicarse con el cliente, ofreciendo servicios especializados y personalizados y siguiendo todos sus asuntos en tiempo y forma.
Por último, otro aspecto que las empresas consideran relevante es el desarrollo de marca online y la captación de clientes mediante una adecuada utilización de las redes sociales, lo que demuestra la importancia de digitalizar la comunicación.
Estos datos contrastan con la práctica real, pues solo el 38% de los abogados corporativos reconoce que su bufete actual utiliza muy bien la tecnología para impulsar la productividad y la eficiencia, lo que demuestra que aún hay mucho camino por recorrer.
En definitiva, la tecnología ya no es sólo una tendencia a seguir para modernizarse, si no que se ha convertido en un eje clave de la relación entre los despachos y los clientes corporativos, que cada vez demandan servicios más tecnológicos y digitalizados. Del mismo modo, la innovación resulta esencial para la optimización de los procesos de los despachos, que necesitan poner la tecnología en el centro de su negocio para ser más ágiles, eficientes y productivos.
