El confinamiento ha hecho que las empresas asuman o aceleren su transformación digital de forma que pudieran continuar operativas al tiempo que protegían la salud de los trabajadores. Esta transición al entorno virtual ha revelado desafíos que todavía tienen que resolverse para que esta migración sea exitosa. Más allá de la seguridad que supone la difuminación de las fronteras físicas de las compañías, aparecen temas como la agilidad que exigen a los CIOs a la hora de buscar tecnologías que permitan trasladar a las organizaciones los beneficios de la digitalización. Biometric Vox, empresa tecnológica española especializada en herramientas de biometría de voz, destaca la tecnología de voz como una de las que más facilita esta transformación.
“La COVID-19 ha evidenciado que la transformación digital es una obligación que todas las empresas deben afrontar para estar operativas y ser competitivas en la nueva era digital”, afirma Carlos Gavilán, director de desarrollo de negocio de Biometric Vox.
En este sentido, Biometric Vox recomienda a los CIOs explorar nuevas tecnologías como la biometría vocal que, por su versatilidad, facilidad de uso reduciendo el contacto con superficies de contacto, agilidad y asequibilidad, pueden ayudarles a dar respuesta a los retos en su transformación digital. Pero, ¿qué carencias ha evidenciado la crisis sanitaria y cómo puede solucionarlas la biometría vocal?
- Seguridad. Facilitar a la plantilla el acceso a la información y a los sistemas corporativos sin comprometer la seguridad de la organización es, hoy en día, una de las principales preocupaciones de los CIOs. En este sentido, el uso de la voz como interfaz de acceso ‘blinda’ los recursos empresariales en la medida que los parámetros biométricos de la voz humana son únicos en cada persona. Esto significa que identifican de forma inequívoca al usuario y que no pueden imitarse ni robarse, reduciendo drásticamente las posibilidades de suplantación de identidad. La biometría de voz distingue con precisión una grabación y una voz en vivo, evitando ataques deliberados.
- Agilidad: La pandemia del COVID-19 ha cambiado el entorno laboral de la noche a la mañana, lo que ha llevado a algunas compañías a ‘improvisar’ un acceso seguro fuera de la red corporativa que ha demostrado ser ineficiente. La biometría de voz permite, sin necesidad de hacer grandes inversiones, crear accesos seguros a la red empresarial. El único requerimiento es la existencia de un micrófono, presente ya en todos los dispositivos, tablets y ordenadores actuales, y un software de biometría, como CheckVox, que toma una muestra de voz del empleado para crear una huella vocal única. En el caso de CheckVox, este proceso, que contempla configurar el perfil del usuario, a partir de más de un centenar de parámetros físicos de la voz y características personales como la cavidad buco nasal, craneal o frecuencia vocal, y empezar a identificarse con su voz, se puede hacer en menos de 10 segundos.
- Facilidad de uso. La nueva realidad de trabajo mixto impulsa la adopción e implantación de tecnologías que se puedan utilizar de forma sencilla, con el objetivo de reducir al máximo posible la necesidad de llevar a cabo procesos de formación y aprendizaje de nuevos programas informáticos. La biometría vocal sólo requiere que el usuario hable para que el sistema le reconozca. Esto evita tener que memorizar y recodar contraseñas e inclusive utilizar la misma para identificarse en diferentes plataformas o aplicaciones con los riesgos que esto conlleva.
- Digital 100%. El confinamiento ha trasladado al entorno virtual la operativa diaria de la empresa. La implementación de soluciones digitales como es la firma por voz permite agilizar la operativa interna y externa al realizar trámites a distancia desde cualquier lugar y en unos pocos segundos, con todas las garantías de seguridad. Esto es relevante, en sectores como la banca, el sector asegurador o el turístico, entre otros.
“La imposibilidad de predecir todos los riesgos ha quedado patente con la irrupción repentina del COVID-19. Las organizaciones deben estar preparadas para entornos con alta incertidumbre y volatilidad. Por este motivo, es clave que se equipen de tecnologías que las doten de la flexibilidad y la agilidad necesarias para adaptarse con inmediatez a la nueva realidad y a los cambios que seguirán aconteciendo”, puntualiza Gavilán.