VMware ha anunciado los resultados de un estudio que revela que el departamento de TI típico en Europa, Oriente Medio y África (EMEA) tarda tres semanas en equipar a la plantilla para que pueda empezar a utilizar las herramientas y aplicaciones de movilidad que necesita para desempeñar su trabajo. Este tiempo se alarga a cuatro semanas cuando hay implicados trabajadores subcontratados y es posible que se comprometa gravemente el valor que pueden aportar los empleados al entrar en una empresa.
El estudio realizado por Vanson Bourne por encargo de VMware, explora las implicaciones para la empresa de esta falta de preparación para el trabajo móvil, dado que afecta tanto a los departamentos de TI como a los empleados. Por ejemplo, sólo un12% de los departamentos de TI cree que tiene todas las capacidades de gestión móvil para cubrir las necesidades móviles de sus empleados, mientras que más de un tercio (34%) no puede controlar el acceso a la información de la empresa desde todos los dispositivos móviles de los empleados.
Con la intención de profundizar en esto, durante la encuesta se preguntó a los departamentos de TI y a los empleados dónde debería recaer la responsabilidad de las políticas de movilidad. Se descubrió que los departamentos de TI por todo EMEA no se deciden sobre el tema. Sólo un 43% cree que es su responsabilidad restringir el acceso de los empleados a las herramientas y aplicaciones móviles fuera del horario laboral, mientras que un 41% se siente presionado para hacerlo y el 57% admite que ahora es necesario.
“Con el ritmo que llevan las empresas hoy en día, tardar tres semanas en equipar a los empleados con las herramientas que necesitan no es una opción viable para las empresas que pretenden sobrevivir y prosperar en la era del cloud y la movilidad”, afirma Juan Miguel Haddad, responsable de la unidad de negocio de puesto de trabajo en VMware Iberia. “Cualquier retraso en hacer que los empleados puedan trabajar a máxima velocidad puede suponer que las empresas pierdan su ventaja competitiva frente a los demás”.
Por el contrario, los empleados tienen cada vez más claro este asunto. El 70% no está de acuerdo con que su empresa deba restringir el acceso a las aplicaciones y herramientas móviles. Tal y como están las cosas, la amplia mayoría (82%) afirma que aún no tiene acceso pleno a las herramientas que necesita para trabajar con la máxima productividad posible, mientras que más de un cuarto (28%) burlaría las normas del departamento de TI para obtener las herramientas móviles que necesita para hacer su trabajo, por lo que pide que las empresas les conceda más capacidades móviles en lugar de imponer más restricciones.
“Las empresas no se pueden permitir ambigüedades sobre quién se hace cargo de las aplicaciones y herramientas móviles en la empresa”, afirma Hadda. “El modo de trabajo y el control de éste debe hacerse de manera centralizada para asegurar los datos y no permitir que se pongan en riesgo las mejores prácticas de la empresa de modo alguno”.