El turismo rural en España sigue empeorando sus cifras de ocupación a lo largo del año pasado con respecto al año anterior. Las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural han registrado un descenso anual del 2’5% en 2012. Las de residentes bajaron un 6’2%, mientras que las de no residentes han aumentado un 12’5%. Los alojamientos de turismo rural tuvieron un nivel de ocupación media del 14’3% de las plazas, con un descenso anual del 5’6%. El grado de ocupación en fin de semana se sitúa en el 23’6%, con una bajada del 6’1%, según las estadísticas que elabora la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) a partir de los datos que proporciona el INE.
Este sector, que cuenta con cerca de 16.000 establecimientos y que genera empleo a casi 23.000 personas, se encuentra en una de las peores situaciones desde el inicio de la crisis. “Aunque el tesón de los autónomos que gestiona estos establecimientos sigue manteniendo estable la contratación aún a coste propio”, explica el secretario ejecutivo de Política Sectorial de UPTA, César García.
2012 ha encendido todas las alarmas en el sector porque han caído todos los indicadores, el número de estancias, los visitantes, los precios, “el negocio está siendo insostenible para muchos autónomos del sector, el índice de precios presentó un descenso medio del 0’7% en 2012”, asegura García.
Desde UPTA España y su organización de Autónomos de Turismo Rural, AUTURAL, “llevamos pidiendo desde hace muchos años medidas específicas de apoyo a este sector, como una fiscalidad acorde a su particularidad o la puesta en marcha de la cotización en el RETA a tiempo parcial, medida esta última que debería de haber entrado en vigor el pasado 1 de enero, pero que el Gobierno ha retrasado, por el momento hasta el 1 de enero de 2014”, explica el secretario ejecutivo de Política Sectorial de la Organización.
Por otra parte, UPTA y AUTURAL siguen reclamando un Plan de Promoción del turismo ruralen el ámbito internacional. Ha quedado demostrado que al menos a corto plazo sólo la ocupación por parte de extranjeros “puede salvar la oferta de este sector turístico, siempre que se conozca y se difunda”, aclara García.