Los tablones de anuncios, los boletines, las newsletters o los interminables emails en cadena hoy por hoy resultan insuficientes para reforzar adecuadamente la ligazón entre el ideario de la empresa y sus clientes internos: la plantilla.
Como emprendedor vender sus ideas a su equipo se antoja fundamental. Si sus empleados creen –están convencidos- de que su trabajo es interesante y útil las ventajas para su pyme están aseguradas más allá del repunte de productividad.
Para acometer una campaña de marketing interno, debemos conocer –sea a través de conferencias, charlas o cuestionarios internos- el grado de comprensión de nuestra marca que tienen nuestros trabajadores. En este sentido, el feedback es imprescindible para asegurarnos de que el mensaje que queremos transmitir al gran público ha sido perfectamente asimilado por la plantilla.
Una vez adquirido este conocimiento debemos desarrollar una estrategia de comunicación interna que fluya en todas las direcciones y niveles de la empresa. El objetivo es que todos los empleados de nuestra pyme ejerzan como comerciales de los ideales de nuestro negocio, una meta que sólo podremos alcanzar mediante un clima laboral perfecto donde la dirección observe a la plantilla como capital humano y no como mero recurso productivo.
Otras políticas empresariales que refuerzan el compromiso del trabajador pasan por la participación del empleado en la toma de decisiones de la pyme para hacerlos partícipes de cómo su trabajo influye en el devenir de la compañía. Dar las gracias, celebrar los éxitos profesionales y premiar el trabajo bien hecho deberían ser prácticas habituales en su pyme.
Asimismo, para romper con la rutina del día a día en la oficina es conveniente que su plan de marketing interno sea creativo y original. Si escasea la imaginación puede recurrir a agencias que organizan eventos, actividades y viajes de aventura para empresas. En este sentido, la posibilidad de “abatir” al jefe en una partida de paintball no tiene precio.
Debemos pensar en nuestros empleados como en nuestros primeros clientes. Si obtenemos del trabajador un compromiso sincero con nosotros, nuestra pyme será la primera beneficiada.