Más de la mitad de los Millenials, personas nacidas entre 1981 y 1993, prefieren disfrutar de los bienes en lugar de poseerlos. Siempre conectados y fuertemente comprometidos con la sostenibilidad del planeta, optan, por ejemplo, por hacer uso del automóvil solo cuando lo necesitan en lugar de adquirirlo. En este contexto, cada vez más eligen servicios de movilidad como el renting o el carsharing, dos fórmulas de movilidad que no cesan de ganar adeptos a nivel mundial en la nueva era digital.
Las personas encuadradas en el rango Millenial son un colectivo llamado a marcar la pauta en cuanto al futuro de la movilidad. De hecho, son sus hábitos, preferencias y necesidades actuales las que están permitiendo a las marcas y demás actores del sector perfilar cómo será la industria del transporte en el futuro. Sin embargo, la tendencia parece estar ya bastante clara para quienes se encuentran hoy en esa franja de edad, el futuro está en fórmulas de desplazamiento compartido, sostenible y bajo demanda.
Partidaria de la economía colaborativa y la conectividad integrada en los vehículos, esta generación ha acelerado un cambio -necesario- en los modelos de consumo de movilidad tradicionales. Soluciones históricamente asociadas al mundo empresarial, como el renting, son ahora una alternativa seriamente valorada por usuarios particulares gracias a los beneficios que ofrecen. Disponer de un coche sin hacer grandes desembolsos iniciales sino repartiendo el gasto en cuotas mensuales; cambiar de coche en periodos más cortos (3-4 años) y disfrutar de las nuevas tecnologías que estos incorporen; ahorrar costes derivados del uso del vehículo, como el mantenimiento, neumáticos, impuesto de circulación, gestión de multas… Estas son ventajas que encajan con las demandas actuales de los Millenial.
El sector del transporte se ha fortalecido y renovado en los últimos años gracias, en gran parte, al empuje de una nueva generación que valora utilizar el coche como un servicio, pagar únicamente por su uso, y que no duda en compartirlo o alquilarlo.
Un futuro inteligente y sostenible
Previsiblemente, los jóvenes de hoy vivirán mañana en ciudades inteligentes, rodeados de redes de sensores que monitorizarán las calles y los coches que circulen por ellas. Infraestructura, vehículos y empresas estarán plenamente conectados de cara a planificar en tiempo real la circulación del transporte público y privado. Esto reducirá la congestión de tráfico en las ciudades y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Un doble objetivo cumplido.
