La Corte Española de Arbitraje ha presentado su nuevo Reglamento, que ha sido modificado con objeto de modernizar y adaptar el arbitraje a la nueva realidad de las empresas. El acto de presentación contó con la participación de Javier Gómez-Navarro, presidente del Consejo Superior de Cámaras; Fernando de Rosa, vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial; Jaime Montalvo, Javier Taberna y Pablo Poza, presidente, vicepresidente y secretario, respectivamente, de la Corte.
La celeridad y la calidad del laudo son las cualidades del arbitraje más valoradas por la abogacía española seguidas, por este orden, de la flexibilidad, confidencialidad, y la independencia e imparcialidad del árbitro.
Precisamente para mejorar la celeridad, entre las principales novedades del nuevo Reglamento destaca la creación de un nuevo tipo de arbitraje, pensado para conflictos sencillos o de pequeña cuantía, que deberán ser resueltos en un plazo máximo de 10 días.
La Corte española de Arbitraje resuelve todos los conflictos mercantiles nacionales e internacionales que le sean sometidos, de cualquier área del mundo y prácticamente en todos los sectores económicos. A través del arbitraje, las partes, libremente, acuerdan por escrito que un tercero resuelva sus posibles diferencias de interpretación, ejecución y resolución de acuerdos o contratos.
La Corte Española de Arbitraje, que depende del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación, es la decana de todas las cortes arbitrales españolas. España está más retrasada en el uso del arbitraje que otros países de su entorno, por lo que, en esta nueva etapa, las Cámaras buscan potenciarlo al máximo, dotándole a través del nuevo reglamento de mayor solvencia, transparencia y flexibilidad.
