Una de las cosas más irritantes para cualquier usuario es la lentitud del arranque de Windows. Nada más instalarlo, su comportamiento es aceptable, pero una vez que hemos comenzado la instalación de aplicaciones, podemos olvidarnos de la eficacia en este sentido. El principal culpable de un arranque lento es normalmente el Directorio de Windows. Además de los programas básicos como un antivirus o un firewall, disponemos de una utilidad para cambiar rápidamente las resoluciones de nuestra tarjeta gráfica, un acceso directo a las configuraciones de QuickTime y una aplicación que hace que los DVDs y CDs de vídeo se reproduzcan automáticamente. Este tipo de aplicaciones, que son muy útiles, son las que ralentizan el arranque del sistema, y cada vez más. Para eliminar los programas que no queremos que se carguen al arrancar el sistema, vamos al menú Inicio, seleccionamos Ejecutar y tecleamos msconfig. Con esto abrimos la ventana Utilidad de configuración del sistema. Aquí resaltamos la pestaña Inicio para comprobar que es lo que ocurre.
No debemos desactivar ninguna opción que no estemos seguros de lo que es. Sin embargo, si alguna opción no es necesaria quitamos la marca junto a su título. Ahora pulsamos en el botón Aceptar por lo que nos pedirá reiniciar el equipo para aplicar los cambios.
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