Las fechas más deseadas para los más pequeños están a la vuelta de la esquina. La compra de juguetes llega a su punto más álgido durante el periodo navideño, por lo que es imprescindible asegurarse de que cumplen los requisitos necesarios para no perjudicar la salud de los niños y que disfruten de ellos sin correr ningún tipo de peligro. “Cada año realizamos miles y miles de inspecciones de calidad de los juguetes procedentes de Asia y nos encontramos con auténticas barbaridades”, advierte Alex Makow, Director de AsiaInspection para España, Italia y Portugal. La empresa apunta que elegir precio y calidad es posible, siempre que los productos superen una serie de inspecciones necesarias que avalen el buen estado de sus componentes.
Además, desvela las técnicas fraudulentas que utilizan los fabricantes chinos: “Emplean materia prima de bajo coste que son perniciosas para la salud y que pueden incluso llegar a causar cáncer o infertilidad. Recurren a productos prohibidos en Europa, como puede ser el fatalato -compuesto químico que se utiliza principalmente para mejorar la flexibilidad y la durabilidad de los plásticos como el PVC-, y que están prohibidos en la Unión Europea, según la normativa REACH, y en Estados Unidos, específicamente a través de la CPSIA”.
La crisis económica ha provocado que cada vez más familias adquieran los regalos de Navidad en establecimientos asiáticos, pero comprar en este tipo de tiendas no significa que el producto carezca de calidad. Así, desde AsiaInspection explican que sólo es necesario contratar un estricto control que verifique que el producto cumple con los estándares necesarios. ¿Y cómo puede darse cuenta el consumidor de que el producto es de calidad? Solo hay que seguir los siguientes consejos que lanzan desde AsiaInspection:
-Comprobar la procedencia del artículo y los materiales con los que está fabricado.
-Asegurarse de que lleve la etiqueta de Mercado “CE”. -Mirar que estén indicados losposibles riesgos que pueda entrañar e indicada la edad mínima para su utilización si es necesaria para no correr riesgos, así como las advertencias acerca de los riesgos derivados del uso del juguete y la manera de evitarlos.
-Examinar que esté identificado el nombre y/o razón social y/o marca, así como la dirección del fabricante o de su representante autorizado o importador de la UE.
-Verificar que contenga la información sobre su uso y montaje en castellano u otro idioma oficial del lugar donde se compre el juguete.
El Director de AsiaInspection para España, Italia y Portugal sostiene que “los productos tienen que pasar una estricta supervisión, ya que hay muchas piezas pequeñas, como corchetes o adornos, que a veces son colocadas de forma irregular y se desprenden, incrementando aún más el riesgo para los más pequeños, que pueden ingerirlos de forma accidental produciendo asfixia”.