No, los humanos no seremos sustituidos por las máquinas. La robótica y la innovación técnica no suponen una amenaza para nuestros puestos de trabajo. Lo que sí cambiará es la manera de hacer las cosas. De hecho, serán los humanos y no los robots los que determinen el futuro de las empresas en las próximas décadas.
Según el CEO de Hays, Alistair Cox, la robótica supone una oportunidad para desencadenar innumerables mejoras en la productividad, con un efecto similar a los que tuvo la Primera Revolución Industrial. “Resulta difícil creer que los humanos serán sustituidos por máquinas, ¿dónde quedarían entonces las relaciones personales y la intuición? En el mundo empresarial se sabe que no hay sustitutos para estos dos factores”, asegura.
Según Alistair Cox el auge de las máquinas inteligentes aumentará el valor de la fuerza laboral y sus habilidades. “Se necesitarán las capacidades humanas y por supuesto la intuición natural que poseemos como personas para aprovechar realmente las nuevas tecnologías e impulsar así la productividad de las empresas. El truco está en reconocer la necesidad de las diferentes habilidades que aportan humanos y máquinas, ya sea individualmente como en nuestras organizaciones”.
Las ventajas de la tecnología son innumerables, sobre todo cuando hablamos de trabajo mecánico y análisis de datos básicos. “Lo ideal es equipar a las personas con las herramientas y máquinas necesarias para hacer mejorar su trabajo, no reemplazarlos”, sostiene Cox. Para el CEO de Hays, hay cuatro razones por las que las empresas deben apostar por las personas:
En primer lugar, debemos permitir a las empresas centrarse en el lado humano de su actividad porque éstas aportan valor por sí mismas. Debemos mirar a los robots no como una amenaza, sino como un medio de ahorrar tiempo, aumentar capacidades y mejorar la productividad.
Además, no se puede establecer una relación con un robot. Son las relaciones interpersonales las que motivan al trabajador a realizar un esfuerzo extra. Las relaciones humanas no pueden ser replicadas por un robot.
En tercer lugar, hay que seguir innovando para crecer, nunca dejar de hacerlo y la innovación no se puede programar.
Por último, el instinto humano es crucial. Podemos usar la tecnología para ejecutar la estrategia, pero la planificación es mejor dejarla en manos de la gente.
Resumiendo, los robots nos ayudarán a ser más productivos, creando nuevas formas de trabajo y empleo para el futuro, pero nunca podrán desbancar a las personas en el mundo laboral.