Una nueva investigación titulada KillerApps 2013, encargada a Varson Bourne por Easynet Global Services e Ipanema Technologies, revela que las empresas están bloqueando menos aplicaciones sociales en relación al curso pasado. Tal vez lo más notable es que el número de CIO y directores de TI que bloquean Facebook en nombre de sus empresas se redujo en un 15% en comparación con 2012 (un 24% en España). Por su parte, el bloqueo de YouTube se ha reducido en un 17% durante el mismo período (un 33% en España).
“Las redes sociales ofrecen grandes beneficios para el negocio”, explica Thierry Grenot, vicepresidente ejecutivo de Ipanema Technologies. “El reto para los departamentos de TI actualmente es asegurar que el tráfico en las redes sociales se gestione con eficacia sin impactar en el rendimiento de las aplicaciones críticas para el negocio. Un aumento considerable en el número de empleados, que tienen acceso a contenido de vídeo de YouTube y a compartir fotos a través de Facebook, puede causar un tráfico en las redes corporativas más intenso de lo que éstas pueden soportar, por lo que hay que tener en cuenta la necesidad de priorizar el tráfico de las aplicaciones realmente esenciales para la productividad del usuario y de la empresa”.
A nivel global, los casos de bloqueo de redes sociales son más comunes en el mercado estadounidense, siendo el 69% de las empresas que restringen el acceso a Facebook y el 65% a YouTube. En comparación con la media de los países encuestados, las empresas estadounidenses restringen el acceso con más frecuencia a todas las aplicaciones, con la excepción de LinkedIn.
Adrian Thirkill, COO y MD de Easynet Global Services para Reino Unido, comenta que “cualquier aplicación que proporcione una mejora en la productividad, con un sólido caso de negocios, debe ser apoyada adecuadamente por el departamento de TI. Las redes sociales no son la excepción. Me alienta que los líderes de TI se estén acercando a las aplicaciones sociales pero también espero que algunos equipos de TI estén tomando medidas retrospectivas y desafiantes para proteger el rendimiento de los sistemas críticos para el negocio, como el ERP, el CRM o las comunicaciones unificadas”.