En tribuna para TICPymes, Fernando Gallud Mora, Team Leader I+D+i en Leyton Iberia, nos habla del balón de oxígeno que puede suponer para las pymes el Sello de Pyme Innovadora, ya que les permite multiplicar el ahorro mediante la aplicación de diferentes incentivos fiscales.
Según los datos oficiales ofrecidos por el propio Ministerio de Ciencias e Innovación, actualmente en España existen 4.895 empresas que disponen de este Sello. Esta cifra puede llegar a parecer a priori buena, pero si la comparamos con el número total de empresas consideradas como PYME en nuestro país (ascendiendo a un total de 1.327.192 empresas, según datos facilitados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el pasado mes de mayo 2022), está únicamente supone un 0,0036%, un dato que nos puede llegar a parecer hiriente.
El Sello Pyme Innovadora nace con la publicación del Real Decreto 475/2014, del 13 de junio, a través de la cual permite a las pequeñas y medianas empresas que se dedican a la innovación combinar las bonificaciones por personal investigador con las deducciones por I+D+i para, de esta manera, reducir todavía más el esfuerzo que supone invertir en innovación.
Así, la combinación de incentivos fiscales, gracias a este Sello, permite a las empresas multiplicar el ahorro mediante la aplicación de diferentes incentivos fiscales. Las desgravaciones en el pago de contingencias comunes, junto a la declaración del ahorro en el Impuesto de Sociedades, pueden alcanzar hasta el 65% de ahorro por un mismo empleado en una empresa. Esto supone un balón de oxígeno para las compañías que ven con incertidumbre el futuro inmediato, debido a la inflación y otras casuísticas actuales, y permite abrir la puerta a reinvertir dichos ahorros en la contratación de personal y en la búsqueda continua de la excelencia tanto en el sector como en el mercado actual.
No obstante, las vías para la obtención de este distintivo son diversas y normalmente ‘lentas’ y complejas. A través de la Orden ECC/1087/2015, del 5 de junio, concretamente en el Artículo 2 de dicha orden, se regulan y exponen todas las circunstancias que deben cumplir las PYMES para poder obtener dicho Sello. En esta línea, por ejemplo, lo cierto es que no todas las empresas consideradas como PYME comparten la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAEs) de ámbito técnico, uno de los requisitos imprescindibles. Pero de igual forma, el número sigue siendo bastante ínfimo comparado con las cifras globales.
Dentro de la geografía nacional también existen desigualdades muy palpables. En el ranking facilitado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, podemos observar que Cataluña con 1.179 sellos y Madrid con 1.064, suman alrededor del 50% del total de los distintivos otorgados por el Ministerio en España. No obstante, teniendo en cuenta que estas dos regiones ascienden a más de 14 millones de habitantes, 2.000 empresas con el Sello Pyme Innovadora resulta ser una cifra muy escasa. Por otro lado, importantes Polos tecnológicos, como puede llegar a ser el caso de Andalucía, más concretamente de Málaga, ocupan el tercer puesto en el ranking con únicamente 427 empresas. Otros puntos del país como son las islas no reúnen ni al 3% oficial u otras como las Ciudades Autónomas no cuentan con ningún registro oficial acerca de este distintivo. Según nuestra experiencia, esta casuística se da en gran parte por el desconocimiento que impera entre las empresas, consultoras y las propias entidades de certificación.
De allí la importancia de la divulgación y la sensibilización acerca de los procesos y los requisitos necesarios para la obtención de dicho sello. Por ejemplo, es interesante saber que, si quisiéramos invertir poco tiempo en contar con el Sello Pyme Innovadora, la vía más breve nos supondría esperar en torno a los 2 meses para contar con el mismo. El resto de los caminos pasan por la obtención de certificaciones con la emisión de Informes Motivados Vinculantes, obtención de patentes o de financiación en los últimos 3 años mediante el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial. Un camino que suele ser más complejo.
En definitiva, es hora de revertir esta situación y dar a conocer los grandes beneficios que supone tener el Sello Pyme Innovadora. Además, dar un impulso a las PYMES tecnológicas, las cuales están llamadas a ser las impulsoras de la transformación digital, la modernización y la transición ecológica de nuestro país, nos permitirá estimular la capacidad de innovación de nuestro tejido empresarial, pero también tener una mejor posición respecto a los otros países europeos.
