Desde el inicio de la pandemia en 2020, el teletrabajo ha experimentado un gran auge en todo el mundo, ofreciendo a los empleados la flexibilidad necesaria para equilibrar sus responsabilidades laborales y personales. Esta modalidad de trabajo desde casa se ha convertido en un pilar fundamental para las grandes empresas que realmente abogan por la conciliación, especialmente durante el período estival.
La pandemia del COVID-19 aceleró la adopción masiva del teletrabajo en todo el mundo, obligando a empresas de todos los sectores a adaptarse rápidamente a esta nueva realidad. Durante los confinamientos, el trabajo remoto se convirtió en la única opción viable para muchos empleados, por ello un 48% de las empresas se acogieron al teletrabajo, entre ellas, STIHL: “En tres días, todos nuestros empleados pasaron del trabajo presencial al teletrabajo a tiempo completo. El objetivo era la seguridad y tranquilidad de nuestros empleados”, cuentan desde el equipo de recursos humanos de STIHL.
Sin embargo, a medida que la situación fue mejorando y las restricciones se relajaron, algunas empresas optaron por volver a los modelos tradicionales de trabajo en la oficina. No fue el caso de STIHL, que aprobó el 1 de junio de 2021 la norma de teletrabajo asentando así un modelo híbrido y flexible: “Nuestros trabajadores pueden elegir cuándo teletrabajan con un límite de horas al trimestre. La única condición es que siempre haya una persona del departamento en la oficina”.
En verano, el impacto del teletrabajo en la calidad de vida de los empleados es mucho mayor. Muchas familias pueden ahorrarse el coste de los campamentos de verano y aprovechar la jornada intensiva para pasar más tiempo con sus hijos y disfrutar de las actividades de ocio. El teletrabajo también proporciona mayor flexibilidad para planificar las vacaciones y exprimir al máximo los días de descanso, sin la necesidad de solicitar permisos prolongados.
Pero los beneficios del teletrabajo no se limitan al ámbito de la conciliación. Las bajas laborales, y en especial su duración, se han reducido considerablemente. Además, los empleados ahorran hasta 60 minutos al día en su trayecto al trabajo, lo que reduce su estrés y aumenta el grado de satisfacción con la compañía, lo que se traduce en un mayor rendimiento.
El tiempo se ha convertido en un bien muy preciado, muchas veces incluso más que el propio sueldo y la posibilidad de teletrabajar está cada vez más demandada por los empleados, especialmente los más jóvenes.