Toshiba presenta una nueva gama de portátiles para consumo. Un lanzamiento que, en palabras deJorge Borges, director de marketing de la subsidiaria, podría resumirse en dos conceptos: confianza y apuesta. Respecto al primero de ellos, el directivo -que accedió al cargo en septiembre del año pasado- ha indicado que es “tiempo de oportunidades para las marcas de confianza” ya que con la crisis, la compra se ve como una inversión por lo que más que fijarse en el precio -como ocurría anteriormente-, el comprador busca que el equipo dure (en el caso de consumo no sabía dar cifras concretas pero en profesional ha confesado que el tiempo de renovación se sitúa entre los 3 y los 5 años). “La gente va a volver a valorar los atributos importantes como la credibilidad y la fiabilidad”. Asimismo, ha desvelado que pese a que en el primer trimestre del año el mercado retail ha caído un 40% en España y Portugal, Toshiba ha conquistado cuatro puntos de cuota en este periodo.
En cuanto al segundo término, apuesta, Borges ha explicado que el fabricante renueva toda la oferta que tienen en este segmento con modelos que van desde los 200 a más de 1.000 euros, una modernización que durará un par de meses y que contempla la presentación de 11 ordenadores. Cuatro características definen este refresco: performance (o innovación con la incorporación de la nueva generación de Intel Ivy Bridge); conectividad (Bluetooth 4.0 y tecnología Wireless Display 3.0); entretenimiento (con mejoras en las tarjetas gráficas y el sonido); y diseño.
Así las cosas, el proveedor japonés ha incorporado a su catálogo dos netbooks: el NB510 (configurado sin ventilador, más delgado, con mayor duración de la batería, CPU de doble núcleo y Bluetooth 4.0) y el NB520 (con potencia y capacidades gráficas optimizadas, altavoces Harman Kardon y tecnologías sleep-charge y sleep-no-Music que permiten cargar dispositivos y escuchar la música que contienen sin necesidad de iniciar el equipo). Una categoría de producto que va a la baja pero que, según el director de marketing, sigue teniendo relevancia, aunque menos –todavía suponen un 20% de las ventas de portátiles en España y Portugal- y que, además, como otros fabricantes se están saliendo de este terreno, “suponen una oportunidad importante” para Toshiba.
Junto a estos modelos, la multinacional añade a su gama media los Satellite de entrada C850 y C870 (de 15 y 17 pulgadas, Intel Pentium, conectividad 3.0 y combinan WiFi con Bluetooth en la misma tarjeta); el C855, que luce un cuerpo con textura anti-huellas; y los L830, L850, L855 y L870, ya provistos de Core i5 e i7, AMD Radeon y touch-pads y altavoces más grandes.
Mejoradas prestaciones exhibe el P850 como que está diseñado en aluminio y posee textura anti-huella, disco duro de 1 TB con protección ante caídas, Core i7, Nvidia con 2 Gb de RAM dedicada y HDMI, USB 3.0 y WD 3.0 con doble antena. Además de dos altavoces y 15,6 pulgadas. Y el tope de gama P875 que asciende el tamaño de su pantalla a las 17 pulgadas, brinda 16 Gb de RAM ampliable a 32 Gb, tiene 2 TB de almacenamiento, cuatro altavoces, sintonizador de TV híbrido y teclado retroiluminado, entre otras cualidades que elevan su precio a los 1.399 euros.