El escritorio termina siendo una carpeta más donde colocar los archivos y carpetas que más utilizamos. Algunos lo utilizan para tener accesos directos de las aplicaciones. El problema que nos encontramos en el Escritorio es que muy a menudo se encuentra congestionado lo que no ayuda en nada al nivel de productividad del ordenador. En esta serie de trucos te mostramos cómo mantener un Escritorio ordenado así como una barra de tareas eficaz que nos ayude a la hora de realizar cualquier acción. Comenzamos con lo más básico para así continuar con las funciones más avanzadas.
Por defecto, los iconos del sistema operativo se alinean en columnas que se sitúan en la parte izquierda de la pantalla. Para imponer otro tipo de orden, podemos agruparlos para que automáticamente se coloquen de acuerdo con el tipo de documento, tamaño o fecha de modificación. Hacemos clic con el botón derecho del ratón sobre un zona libre del Escritorio, seleccionamos Ordenar por en el menú desplegable y elegimos una de las opciones que nos ofrece. También es posible cambiar el orden de forma manual. Arrastramos cualquier icono hasta una nueva posición entre otros iconos. Windows XP facilita la tarea visualizando una barra que muestra exactamente dónde se ubica el icono.