A raíz de la pandemia, la implementación de plataformas de e-commerce se ha disparado, especialmente por parte de pequeñas y medianas empresas que tuvieron que impulsar una tienda online para mantener su actividad. Desde Redegal, agencia de marketing digital y desarrollo web, estiman un crecimiento de, al menos, un 30% en la demanda de estos servicios por parte de PYMEs.
Tal y como señalan desde Redegal, están observando un gran impacto en las ventas de aquellas empresas que optan por destinar un volumen de recursos relevante al mantenimiento de estas plataformas. “Una tienda online requiere dedicar tanto personas como recursos económicos. Es habitual que las PYMEs deleguen la responsabilidad de los ecommerce en los departamentos de ventas o marketing, sin una dedicación en exclusiva y sin un presupuesto para empezar a generar ventas”, señala Daniel Vázquez, General Manager de la compañía. “Sin embargo, aquellas que destinan un presupuesto específico, que designan un responsable a tiempo completo y que, por tanto, apuestan de manera decidida por el comercio online, sí están obteniendo resultados”, añadió.
Un ecommerce no deja de ser como una tienda física, con la diferencia de que compite con un volumen mucho mayor de comercios. Esto puede ser percibido como un problema o como una oportunidad. Tal y como señala Vázquez, lo que no puede faltar en una tienda online es la estrategia que defina cómo se va a posicionar para cumplir con unos objetivos de venta claros, y aclara que “la parte más crítica no es la creación de la tienda online, dado que se puede empezar con tecnologías SaaS (como Shopify o Bigcommerce), que permiten publicar el catálogo en muy poco tiempo y empezar a vender y analizar este modelo de venta”.
En cuanto a los costes de implementación, varían mucho en función de los objetivos y el uso que pretenda dar cada compañía a la tienda online. Según los datos de la propia Redegal, el presupuesto para la creación de un ecommerce profesional por parte de una agencia especializada partiría de 10.000 euros. Pero además de la tecnología, se deben considerar otros costes, como la contratación de un eCommerce Manager, la modificación de los procesos logísticos para adaptar los envíos, la estrategia de posicionamiento SEO o la adaptación del catálogo de productos y el sistema de facturación.
Además, las empresas deben realizar un mantenimiento adecuado de sus tiendas online para mantener su buena ejecución. En el caso de los ecommerce que utilicen tecnología Open Source, tienen la posibilidad de beneficiarse de diferentes actualizaciones de código que se van lanzando, además de disponer de mayores opciones de personalización. En cuanto a las tiendas SaaS, de funcionalidades más acotadas, también reciben actualizaciones cada 4 o 5 años.
Daniel Vázquez explica que, tras los meses más complicados de la pandemia, se produjo una caída en las ventas online, principalmente debido al incremento exponencial que hubo anteriormente. Esto provocó que muchas empresas se cuestionasen si este modelo realmente era válido, pero, según el directivo, “las empresas que han abandonado la venta online lo han hecho, principalmente, porque la gente se ha ‘echado a la calle’ o porque, tras el auge inicial, no han visto la forma de mantener un flujo constante de pedidos”.
En cuanto a los sectores de PYMEs con mayor penetración del comercio online, desde Redegal apuntan a la industria de la moda, dado que “al ser una de las principales categorías de compra online a nivel global, todas las marcas, por pequeñas que sean, cuentan de forma natural con un canal de ecommerce”. Además, Vázquez destaca la apuesta del B2B (transacciones comerciales entre empresas, por sus siglas en inglés) por el comercio online: “las empresas se han dado cuenta de que el canal online es una forma de llegar a zonas donde no tenían presencia comercial, al tiempo que favorecen el autoservicio de clientes actuales, lo que deja a los comerciales tiempo para captar nuevas cuentas”.
Por último, en Redegal apuestan por cubrir todo el flujo de compra online, lo cual pasa por entender el negocio de cada compañía y trasladar sus necesidades a una estrategia clara de venta en el canal online.