Esta operación, que podíamos haber evitado durante la instalación de Windows XP, nos la podemos saltar activando el inicio automático de sesión, que permite elegir una cuenta de usuario para que se active tras cada inicio. Existen diversas formas de habilitar esta opción, una de ellas a través del Panel de Control y seleccionando la opción de Cuentas de Usuario, la que comentamos a continuación es una de las más rápidas. En primer lugar accedemos a Inicio Ejecutar, escribimos control userpasswords2 y pinchamos sobre Aceptar. Esto hará que aparezcan las propiedades de las cuentas de usuario. Ahora tendremos que seleccionar la cuenta con la que queremos iniciar la sesión en Windows XP automáticamente, y acto seguido desactivaremos la casilla de la parte superior titulada Los usuarios deben escribir su nombre y contraseña para usar el equipo. Pinchamos en Aplicar, lo que hará que tengamos que introducir la contraseña de ese usuario elegido dos veces (para confirmarla) y pinchamos sobre Aceptar. Al hacerlo podremos volver a pinchar sobre Aceptar, esta vez en la ventana de las propiedades de las cuentas de usuario, tras lo cual, en siguientes reinicios podremos comprobar cómo en los siguientes se realizan de forma automática en la cuenta seleccionada.
Windows XP: Inicio automático de sesión
A menudo somos los únicos usuarios de nuestra máquina, por lo que introducir nuestro usuario y contraseña cada vez que reiniciamos el ordenador resulta un poco molesto.
Publicado el 06 May 2009
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